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viernes, 16 de marzo de 2012

Watashi wa anata o aishite imasu



Dos espejos se iluminan mutuamente,
si entre ellos se enciende una luz.

Si la toco, su luz quema,
pero si me voy, tendré frío.
Demasiado amor, y ella se escapa,
demasiado poco, y también.
No perseguirla ni rechazarla,
no desearla abiertamente,
ni amarla con premura.
Si la toco, su luz quema,
pero si me voy, tendré frío.

Claro de noches sin luna, calor en días gélidos.
Refrescante, espontánea, ansío ser uno con ella.

Sin ansiedad aquí, sin ansiedad siempre,
lo que importa es sólo el presente,
estar presente ahora, en cada gesto.

Ella coge su mano, un gesto cálido.
Los ojos brillan, el tiempo les sobra.

No tengo tiempo! No tengo tiempo! Protestáis.
Nunca tendréis el suficiente, así que llenadlo
sólo con aquello que os hace vivir y volar.

Volar sin alas, vivir sin aire.
Nada es imposible si se ama.

Amar, unir cuerpo y alma,
equilibrar razón y emoción.
Pero sin metafísica difusa,
ni mitología mágica, ni religión.
El nombre no es la cosa, tanto da,
zen, introspección, satori.
En el silencio, la soledad desaparece.
La vida es experiencia de la vida,
y la muerte, experiencia de la muerte,
porque toda realidad es temporal.

Vivirla, es renacer. Mirarla, es respirar.
Sentirla, es despertar. Vivir, en presente.

Para vivir el presente,
recuerda bien el pasado,
pero olvida el futuro,
o tu vida pasará por delante,
y solo te quedarán recuerdos.

Vivir el amor en sus momentos intensos.
Sin esperar nada, pero teniéndolo todo.

No esperar nada,
no tener ego,
aceptar de buena gana,
todo lo que la vida te ofrece.
Porque la felicidad no está
en su obtención, al final,
sino en el camino, buscándola.

Ojos verdes, en ellos busco tu alma.
Sería una lágrima que, feliz, no caería.

Ojos verdes, una vez él te dijo:
Soy un racionalista convencido.
Pusiste tu mano en su cuello,
notaste un caballo salvaje,
retenido con mano de hierro.

Oler sus cabellos,
sentirla a mi lado.
Besar su cuello,
temblando de deseo.
Absorber cada detalle,
un mapa de su cuerpo.

Dos espejos se iluminan mutuamente,
si entre ellos se enciende una luz.

Watashi wa anata o aishite imasu

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