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domingo, 2 de agosto de 2009

Diosas de carne y hueso


Hace mucho, mucho tiempo, existió un maravilloso y pequeño reino..., Mímame, dicen algunos que se llamaba, aunque los historiadores no se ponen de acuerdo por no encontrar referencias suficientes..., algunos dicen que en realidad es una alteración fonética de un nombre sin vocales que tenia su origen en la diosa que veneraba ese pueblo, pero la escuela escéptica argumenta que es del todo imposible que nadie en su sano juicio pudiera dar nombre tan dificil a su diosa, que al adorarla casi parecería que estaban saboreándola como un helado de chocolate, y que tal forma de amar solo se da, y con matices, en diosas hindúes de muchos brazos...

Cuenta la leyenda que en el reino sucedian normalmente las cosas más extraordinarias, lo que para nosotros son extrañas y sorprendentes co-incidencias eran para sus habitantes el pan nuestro de cada dia..., aunque para nuestra común vida no puede sino maravillarnos, para ellos era de lo más normal. Hay infinidad de estudios matemáticos y físicos, a cual más oscuro, sobre cual pudo ser el origen de tamaña alteración de la entropía y demás leyes del universo, pero la belleza de ese reino no puede explicarse con tan prosaicas palabras.

Relatos costumbristas cuentan que, por ejemplo, estaba el jardinero mayor del reino recortando los bonsais de palacio, pensando en que debia comprar leche antes de volver a casa..., y pasaba el lechero por su lado, con dos botellas que le habian sobrado porque la gata de la princesa estaba de mal humor y no tenia sed, o que lo más normal era que hablaran dos amigos de cualquier cosa y empezara uno las frases..., y el otro las acabara, y a veces, solo a veces, cuando aun eran unos críos y les distraia el trinar de los pájaros, acababan las frases al mismo tiempo, con idénticas palabras, el mismo tono y las mismas pausas.

Por antiguas publicaciones que se conservan a duras penas, sabemos también que era de lo más habitual una modalidad de humor que dificilmente podemos asimilar y del que desgraciadamente no podemos explicar el significado, ya que si no se ha perdido parte de la información, si no la hemos interpretado mal, el chiste de moda..., el mejor chiste de todos los tiempos..., era el que a continuación transcribimos: “Tú también? Me matas!”

En la literatura, nos han dejado bellisimas narraciones y poemas, y aunque la época es muy anterior a lo que fué nuestra Alta Edad Media, nos sorprenden por su similitud con ella los títulos de sus obras más relevantes, como los poemas románticos en prosa poética “Mi bella dama Galadriel, por vos feliz daria mi vida”, “Tu infinita paciencia”, o “ A vos, mi fiel Dama Duende”, los tres de quien parece firmaba como Caballero Azul, o los brillantes poemas en verso clásico “Leyenda”, “Ocho octavas reales” o el “Sainete de Don Adrian y Doña Ana”, los tres de quien firmaba como Dama Duende. Hay quien osa afirmar, por la cantidad de coincidencias y lugares comunes, que ambos escritores eran en realidad una misma persona bajo dos seudónimos, pero eso nunca lo sabremos ya que no queda constancia en ningún sitio, quizás es tan solo una bella metáfora de algún escritor romántico.

Analizando lo que se publicaba en ese reino en su época de máximo esplendor, casi renacentista, digámoslo así por aproximarlo a nuestra historia, podemos decir que sus gentes eran de lo más ecléctico y que, al contrario que nuestro febril mundo de hoy, leer y escribir era una pasión, y para ser un pequeño pais, casi cada semana aparecian nuevos artículos y ensayos, nuevos relatos, poemas y narraciones. La mayoría de artículos y ensayos versaban sobre complejos estudios interdisciplinares, algunos tan curiosos como “La estadística en genealogía. La adecuada elección del nombre”, “La filosofia, el zen, y el amor tranquilo”, “La sociedad y la no-comunicación”, “La mecánica cuántica y el laser semiconductor, QD y SOA”, incluso uno que deseamos destacar por ser considerado por todo el mundo una “opus magna” a pesar de que pocos la entienden y es de dificil clasificación en nuestro común sistema de encuadrar las obras en algún lugar: “Entropía y degeneración del mensaje, distorsión polarizada en el sistema neural del receptor”.

Aunque habitualmente se hablaba lo que denominaban mimamés estandar, parece que ciertas familias cuyo origen se remonta a la creación del reino, tenian expresiones que les eran propias y que mantenian intactas con el paso del tiempo, algunas parece que solo unos pocos podian entenderlas al perderse su significado en el inicio de los tiempos, a destacar, por su rareza, expresiones como “ful de estambul”, o “ni por saber morir”, aunque la mas usada parece que era “andando y viendo”. En alguna pequeña aldea del noreste del reino, existia una variante del idioma estandar, donde tambien se hablaban otros dos idiomas, aunque éstos solo en ocasiones muy concretas, suponemos que por su frecuente relación con reinos vecinos.

Debemos resaltar, por lo excéntrico de las mismas, las publicaciones de la escuela de ensayos filológicos, publicadas en dos volúmenes, una en una extraña variante de mimamés estandar, y la otra en lo que parece llamaban “deoderlang”, y por lo que hemos podido entender, parece que en ambas obras se usó el curioso método de escribir fonéticamente en esos idiomas.

El humor y el gusto por la ironia y los juegos de palabras dieron para mucho si nos basamos en la cantidad de publicaciones en ese ámbito, algunas que realmente ni conseguimos entender, como “El placer y la gastronomía, o la gastronomía del placer”, “Mi Heidi fucsia”, o “Uats ap, doc?”. Nadie sabe cómo es posible que si comparamos este último título con la expresión más habitual de un personaje de Disney haya tal similitud, aún más teniendo en cuenta que nuestro archiconocido dibujante de cómics es muy posterior en el tiempo al reino de Mímame.

Por algun curioso motivo, y según aparece en los pocos planos del palacio que se conservan, todas las puertas tenían un ingenio retráctil y flexible en los pomos y se doblaban hacia adelante, y se refleja en una breve nota adjunta, antiquísima por lo que parece, que quien diseñó la primera puerta con tal curioso mecanismo tenia problemas de equilibrio y era muy despistado, por lo que siempre chocaba con el umbral y se desgarraba los bolsillos de la chaqueta en el pomo, pero nos resulta dificil de creer que tal cosa sea posible.

En heráldica, tan solo se ha encontrado el escudo de la familia real, parece que no estaba permitido a los señores feudales el disfrutar de tal honor, y una vez restaurado con los mayores cuidados, debemos reconocer que es muy bello. El fondo es de suave campo azul verdoso (y aqui debemos reflejar que las más insignes estudiosas de la materia se empeñan en decir que es un campo verdiazul, pero esa batalla pertenece a otros el librarla) con una verde y frondosa acacia en el lado derecho, por encima de un azul riachuelo, y coronado con la divisa, en rojo fuego “Gracias por estar ahi y por dejarme ser”. No ha sido posible encontrar el origen del diseño ni su historia, y tan solo tenemos su poética descripción en el poema “Tu infinita paciencia” del Caballero Azul, no sabemos si tal autor tenia sangre real, o si sencillamente lo usó como metáfora de su amor romántico.

En la mitología, contrariamente a lo que sucedia en nuestros origenes politeistas, parece que desde siempre tuvieron por costumbre venerar a la diosa Mmm, de ahi el nombre del reino por lo que parece. Pero contrariamente a los cánones al uso en nuestra mitología, según nuestros estudios no adoraban ni imagenes ni estatuas frías y estáticas, bellamente cinceladas e irreales, vanos ideales de algo inexistente, sino que elegían, cada cierto tiempo, unos dicen que cada veintisiete años, otros que setenta-y-tantos, a una bella pero sencilla mujer del reino, para reflejar en ella misma su propia divinidad, y para reflejarla también en todos ellos, y así, en el Dia Anual de la Diosa, que según nuestro calendario sería el dia treinta del mes de marzo, todos se colgaban del cuello un espejo, y asi podian verse a si mismos al mirarse en el otro, y saberse amados y ser, solo en parte, dioses, sencillos dioses de carne y hueso.

No sabemos a ciencia cierta qué pasó con ese reino, ya que como Shangri-La, todos lo buscaron y nadie lo encontró o volvió para contarlo, y solo nos quedan documentos, leyendas, y relatos de tercera mano, pero hay quienes dicen que sus habitantes, cansados de recibir visitas, fletaron un cohete a las estrellas, y que en las noches de luna llena, desde el dos de febrero hasta el treinta de marzo, si fijamos la vista al final de la Osa Mayor, veremos brillar, a veces en azul, otras en verde, varias en fucsia, una estrella doble que no aparece en los mapas estelares y que parece opaca a todos los radiotelescopios del mundo.

Leyenda? Realidad? Quien sabe..., pero dicen que las leyendas siempre tienen algo de verdad en su origen, y pensar eso no hace mal a nadie, todos necesitamos una cierta dosis de misterio y leyenda en nuestras vidas...