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sábado, 29 de septiembre de 2012

AVE María Purísima...

Coordenadas Espaciales: Supercúmulo de Virgo, Grupo local, Via láctea, Sistema solar, Tierra, Europa, España, latitud 40° 26' Norte, longitud 3° 42' Oeste.

Coordenadas Temporales: Sábado 15 de septiembre de 2012, 7:35 de la mañana, UTC+01:00

El AVE Madrid-Málaga acaba de cerrar sus puertas, y algunos pasajeros hacen lo propio con sus ojos, para poder descansar hasta su llegada a la estación María Zambrano. 

Al cabo de pocos minutos pasa una azafata repartiendo auriculares. Mientras, por megafonia anuncian que hoy se emitirá la película "Los diez mandamientos". La gente en el vagón se mira extrañada y divertida, como si fuera una broma pero sin saber de que reirse.

Los que están acostumbrados se ponen los auriculares, no porque quieran ver esa película, sino para elegir un canal de música y poder descansar evitando la plaga (bíblica?) de los que, además de no dormir, hablan por movil casi a gritos, y se quejan de la mala cobertura pero vuelven a llamar, y se pasan así un buen rato molestando a todo el vagón y explicando a todos sus miserias y sus historias. 

Al dar las 8:00, todos los canales dejan de emitir su programa y por ellos se escucha lo mismo que por la megafonía del tren, una música de órgano que todos, especialmente los mayores, identifican como "de misa". El volumen es alto, de tal forma que hasta los que estaban dormidos despiertan sobresaltados y confusos.

El volumen de la música va reduciéndose poco a poco, y se oye una voz grave que dice

- En el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. Pedimos humildemente perdón al Señor por todas nuestras faltas. Alabamos a Dios, reconociendo su Santidad, al mismo tiempo que nuestra necesidad de Él. Oremos, hermanos, y arrepintámonos por nuestros pecados.

...

El resto del viaje fue casi un episodio de terror en la dimensión desconocida, una larga misa "de las de antes" de más de una hora y media, sin parar en ninguna estación, con la megafonía tan alta que ni los gritos de la gente la silenciaban. Algunos lloraban en silencio, otros entonaban el mea culpa, mea culpa, mea grandísima culpa, otros se encerraron en el lavabo, otros muchos asaltaron el vagón cafetería. Hubo quienes, en una reacción contestataria, se pusieron a bailar samba.

...

El sábado 15 de septiembre de 2012, a las 10h, puntual como siempre, el AVE de Madrid llegó a la estación de María Zambrano de Málaga.

Las puertas se abrieron, pero nadie salió del tren. Cuando el personal de seguridad se acercó y entró en el primer vagón, llamó a sus compañeros y recorrieron todos los vagones. Llamaron al personal sanitario por si había algo que pudieran hacer, pero no hubo manera.

Todos los pasajeros del primer AVE Madrid-Málaga del sábado 15 de septiembre de 2012 estaban en sus asientos, con una extraña expresión en la cara, completamente catatónicos. Los llevaron al Hospital San Francisco de Asis para poder hacerles algunas pruebas, pero opr ahora siguen allí, sin reaccionar a ningún estímulo.

El interior del primer vagón se encontró un grafitti morado que ponia "¡Si no venís a Mí, vendré Yo!"

jueves, 13 de septiembre de 2012

Derechos digitales


- El abogado del demandado tiene la palabra para su alegato final - dice el juez siguiendo el protocolo.

- Señoría, - entona lentamente el abogado mientras se levanta y se dirige al jurado - el precedente de Apple contra Bruce Willis en 2012 lo deja claro, los derechos digitales se ciñen a su propietario pero no son transferibles a terceros en ninguna circunstancia, ni siquiera por herencia ante el fallecimiento de dicho propietario. Esta cláusula sigue existiendo hoy, en 2052, y todo aquel que desea contratar iTer debe firmarla. La verdad es que todo el juicio no ha sido más que una excusa de los medios de comunicación para publicar contenidos en el largo verano de seis meses.

Podría extenderme - continua el abogado - y recordar al jurado las declaraciones de los peritos, explicando el tipo de información almacenada en la cuenta del demandante, toda ella creada con los métodos y tecnología de Apple bajo su programa iTer. Podría extenderme y recordar que las leyes de propiedad intelectual en el ámbito de lo digital fueron universalizadas en el 2022, después de intentonas fallidas de nombres idiotas como Sinde, Wert, Acta, Canterbury, Chaterley y Grey. Podría incluso decir que el demandante es un anarquista que pretende socavar la estabilidad...

- ¡Protesto, Señoría! ¡Protesto! - se levanta y levanta la voz el abogado del demandante - está injuriando a mi cliente, ¡es indignante!

- Se acepta - confirma el juez - abogado, absténgase de proferir esa clase de acusaciones que a nada bueno le pueden llevar, cíñase al objeto de este juicio y vaya acabando su alegato, que ya lleva un rato.

- Su señoría - responde el abogado del demandado - creo que es un calificativo adecuado, pero dejaré a un lado las implicaciones políticas del demandante, que haberlas haylas, y me limitaré a los aspectos clave. Aún cuando parezca repetitivo, señoras y señores del jurado, la base de toda la discusión está a prueba de bombas, el demandante firmó un contrato en el que aceptaba que la propiedad de los contenidos digitales de iTer era de Apple y que el demandante tendría únicamente el derecho de reproducción de dichos contenidos. Es tan simple que no entiendo porque hemos perdido todos el tiempo, y el dinero público, en esta charada. Estoy seguro que todos ustedes comparten mi visión y las pruebas que la soportan, y que su veredicto será el único posible. Muchas gracias.

- Gracias por su brevedad - dice el juez, y prosigue - escuchemos el alegato final del demandante.

- Señoría - el abogado se levanta y se dirige tambien al jurado - señoras y señores del jurado, el abogado del demandado tiene toooooooda la razón, mi cliente firmó lo que firmó y el contrato dice lo que dice, y la ley de propiedad intelectual es la que es y, si me apuran, mirándolo a la cara, ahora que está de perfil, hasta podría aceptar que mi cliente tiene una pinta de anarquista que asusta...

- ¡Protesto, Señoría, protesto! - clama el otro abogado - está haciendo comedia, está intentando confundir al jurado, esto es poco serio, no es profesional, ¡es indignante!

- Se aceeeeeeepta - dice algo cansado el juez - abogado, en adelante deje de hacer juegos de palabras que puedan confundir al jurado.

- Señoría - responde el amonestado - no está en mi alegato el deseo de confundir a nadie, lo que he dicho lo mantengo..., y no..., antes de que proteste nadie o me pregunten entonces cual es la base de nuestra queja, de nuestra reclamación, yo se lo explico.

Cuando mi cliente firmó lo que firmó, el programa iTer era básicamente una forma de grabar cada dia, cada hora, cada minuto, cada segundo, de la vida de quien lo tenía activado. El programa lo grababa literalmente todo, lo que el usuario decía, lo que veía, lo que oía, lo que tocaba con cualquier parte del cuerpo, lo que saboreaba, lo que olía..., grababa las pulsaciones del corazón, y el grado de sudoración de cada glándula, y el nivel de azúcar y el de colesterol bueno y el malo y los ácidos grasos y la creatinina. Llegaba a grabar, con las nuevas versiones, el mapa de potencial de los impulsos eléctricos entre las sinapsis de las neuronas, y podía hacerte una RMN, un TAC, incluso una TEP, con alguno de los extras que la compañía creaba a tal efecto.

Entonces llegó el doctor Shisei Rembao, y revolucionó varios universos, entre ellos el nuestro. - dijo el abogado con una pausa efectista.

No puedo decirlo  de otra manera, asi es y asi fue. El doctor Rembao encontró la forma de estructurar toda esa información que se guardaba en el iTer, y de ella emergió la conciencia, y no una conciencia cualquiera, sino la conciencia de quien se había grabado en dicho programa. Entonces, la broma de marketing que era el nombre largo del programa, iTernety (por eternidad), dejó de ser una broma, y se convirtió en algo posible.

Así pues - el abogado se apoya en la barandilla, a un palmo del jurado, y los mira a todos, lentamente - así pues tenemos que mi cliente, usando el famoso iTer mejorado por el doctor Rembao, tiene una copia de si mismo que actualiza cada dia, cada hora, cada minuto y cada segundo. Mi cliente, señoras y señores del jurado, es un afable anciano de ciento doce años a quien, a pesar de los transplantes de órganos y la terapia de regeneración con células madre, le quedan pocos años de vida, tal vez cinco, tal vez menos. Mi cliente, señoras y señores del jurado, quiere poder ceder la propiedad de su conciencia en iTer a dicha conciencia, algo que por descontado no está previsto en ese famoso contrato por mucho que el abogado del demandado juegue con razonamientos jesuíticos.

Me están diciendo, señoras y señores del jurado, que le van a negar a un ente consciente su propia libertad? Que a la muerte de mi cliente dicha conciencia pasará a ser propiedad de Apple, como si fuera un esclavo? No puedo creer eso, no puedo creer que dictaminen tal cosa. No puedo creerlo porque, mas tarde o mas temprano, todos ustedes acabarán por grabar tal cantidad de datos que emergerá su propia conciencia, y si no paramos esto aqui y ahora estaremos creando una especie esclava que, en el fondo, seremos nosotros mismos. Por todo ello pido que fallen a favor de mi cliente y le otorguen el derecho a la libertad sobre su propia conciencia digital. Muchas gracias.

- Bien - concluye el juez - el jurado tomará nota de ambos alegatos y se retirará a deliberar. Tómense su tiempo. Les estaremos esperando.