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miércoles, 13 de junio de 2012

Noticias de un universo alternativo (XIII)


La crónica de este mes será un poco especial porque la historia no es de este universo, y no se trata de una frase impactante de un relato inventado, sino de una ¿sencilla? realidad. 

Los lectores de esta revista sabéis de la existencia de los 7 Universos interconectados, algo teorizado hace casi un año por el Doctor Takeshi Martinez y descubierto poco después gracias al caso de los neutrinos hiperveloces. Seguro que muchos habéis leído las crónicas de los corresponsales que se han desplazado a universos como el quinto o el séptimo, y os habréis sorprendido con las grandes similitudes así como con las extravagantes diferencias, en lo cultural especialmente.

Sin embargo, hasta ahora poco se sabía del sexto, más allá de ciertos contactos a nivel científico. Estrechar las relaciones entre universos es una tarea que lleva su tiempo, donde prima el Principio de Minima Acción, y hasta la fecha los del sexto no parecían tener especial interés en nosotros, al menos si hacemos caso de sus excusas, que eran todas ellas variantes de lo mismo: "No tenemos tiempo".

Bueno..., pues ya tienen tiempo. Ya se han intercambiado delegaciones diplomáticas y comerciales, y poco a poco vamos aprendiendo mutuamente unos de otros. Pero vamos a lo que importa, vamos a lo que os quiero explicar de ellos porque es muy interesante.

Según nos cuentan y por lo que ya se conoce de su cultura, su nivel de alfabetización ronda el cien por cien, tan solo viven ajenos a ello unos pocos cientos de miles de habitantes de una región del trópico, por propia elección vital. Su plan de estudios mundial, lo llaman LSC por Ley del Sentido Común, no ha cambiado de manera significativa en los últimos 100 años, y su base potencia aspectos como Lectura, Escritura, Imaginación y Pensamiento Crítico.

Con un plan de estudios como el que os comento, no es de extrañar que tanto la lectura como la escritura sean piezas clave de la cultura, hasta el punto que en su Declaración Universal de Derechos Humanos aparece el de "Escribir un libro, y que sea leido".

Sin embargo, casi nunca hay blancos y negros, ni en este universo ni en el sexto, y con el tiempo sucedió lo que sucedió. Al fenómeno lo llaman La Burbuja, pero a diferencia de la de aquí, la suya es un poco especial y os explico como apareció, como creció, y como ha explotado en fechas recientes.

Como os decía, leer y escribir son sus dos mayores pasiones, ocupan gran parte de su tiempo libre en ellas y son buenos, muy buenos, en ambas dos. Pero de ambas, a la que le dedican más tiempo es a la escritura, y todos escriben casi cada dia, y por tanto crean casi cuatro novelas por año. 

La población mundial, casi toda alfabetizada, lectora y escritora, ronda los cinco mil millones de almas. Haced los cálculos y vereis el problema: Una inmensa burbuja de casi quince mil millones de novelas anuales (los crios de menos de 4 años no escriben), todas ellas clamando por el Derecho Universal de Lectura casi como aqui se lucha por el derecho al techo bajo el que vivir.

Por lo que he podido escuchar, oficiosamente, de mis fuentes en la delegación comercial, aquí vamos a ver muchos cambios en el panorama de las letras. Si no lo he entendido mal, los del sexto están dispuestos a contratar en nuestro universo lectores de sus obras, sea pagando de su bolsillo, sea a través de contratos gubernamentales de promoción de los derechos universales.

Hasta ayer mismo, la vida de los escritores en nuestro universo era algo complicada, con la llegada del libro digital, cuando lo mismo los adolescentes rebeldes que las amas de casa que los carpinteros que los astrofísicos podían publicar lo que escribían (todos somos escritores, todos somos entrenadores de fútbol), haciendo que el volumen de la oferta saturase el mercado, casi como cuando vas a un Starbucks y tantas variantes te complican que café tomar.

Desde hoy mismo, con los del sexto desembarcando sus miles de millones de libros, el oficio de escritor, al menos en nuestro universo, se verá abocado a una profunda reconversión, quizás incluso a su desaparición. Claro que, por otra parte, la idea de que te paguen por leer no deja de tener su atractivo.
Ezequiel Gomez
Colaborador de la revista ¿Lees o escribes?, 
Universo 3, Barcelona